jueves, 1 de octubre de 2009

¿Le importaría...?

I) Sólo entonces empecé a notar la presencia de Susana en la casa, el librero tan lleno de Fuentes y la mesa tan llena de flores malolientes. Susana con el ojo izquierdo inflamado invadía la cocina, el cuarto de mi difunto padre y el baño con su ridículo papel rosa. Totalmente olvidada, vivía en la cabaña del terreno de-en-frente, su corazón palpitaba por un México de tinta, un México suplicante. Encerrada entre la madera hinchada y el techo de lámina Susana leía olvidada del mundo.
Y cuando mi tío Luis fue aprehendido, la ya no tan buena Susana dejó de leer, y no sé con que clase de poder se nombró autoridad en la casa. Y ciertamente no lamentaba la pérdida de mi padre; pero les aseguro que no cualquier persona tenía el derecho de reprenderme,mucho menos si era mujer y por encima de todo revolucionaria.
II) Y dado que lo propio de los jóvenes es faltarle el respeto al pasado. Y como ya dije, mis tíos nunca fueron adultos y yo a los nueve años aún no me consideraba del todo una persona. ¿Qué podía importarnos la muerte del padre? Además nuestras nalgas seguían adoloridas por la reprimenda del día anterior. No sentíamos ni alegría ni pena. Solos, casi arrojados a un mundo que peleaba por causas que nos eran desconocidas, en una era que no nos correspondía; un año en el que nada podíamos hacer excepto sobrevivir más juntos que nunca. Y aun así, la soledad nos perseguía tenaz. Los agentes seguían buscando al culpable, pero sólo tenían un sospechoso, mi tío Luis.
Fueron vanos nuestros testimonios y la falta de evidencias físicas. El abogado especulaba, el juez imaginaba, la audiencia descartaba las historias que no fueran revolucionarias. El periódico del día siguiente mostró en primera plana a un Luis cabizbajo y triste rodeado por policías "eficientes". Llamaron al caso "misterio Urribari-Bosch" y sólo fue resuelto en el 69 con la noticia de que el culpado era inocente.
III) La muerte de Urribari-Bosch fue, como hubiera dicho él una "reconveniencia oportuna y necesaria". El acta de defunción, una y otra vez modificado callaba su muerte. Los tíos tan desorientados como yo buscaron los brazos inmortales de la madre ausente. Nada, sólo una herencia desmesurada que de nada sirvió para pagar la fianza del tío Luis.
Sin miedo, dolor, o compasión aparente, mi padre ya había fallecido, construía poco a poco su propio camino hacia la muerte. Lo imagino el puro en la mano, completamente indiferente, él ya no era nada, y nada podían quitarle.
Urribari-Bosch sólo vivió en Luis, en Fernando en su esposa, en Susana y en mí. Él era lo que había dejado en nosotros; mi padre es lo que soy ahora, y no es ese franquista aparentemente frío y cruel, ni las cenizas que dejamos enterradas en el jardín, ni la foto que cuelga olvidada en el fondo de su armario. Es quien habiendo cumplido su deber no podía sino morir cumpliéndolo.
IV) Respetar el honor de la familia a través de la obediencia. Mi padre me dijo que "si no me importaría", apeló a mi voluntad, no se apela a la voluntad de un hijo adolorido. Yo no desobedecí, es más, ejecuté la orden con gran maestría, pensé en las consecuencias de que me importara o no. Lo contemplé por varios minutos, y sí si me importaba. Me importaba que siguiera bebiendo su "Cardenal", me importaba que disfrutara estar sentado en ese sillón espantoso, me importaba que la hubiera dejado ir.
Si me importa no apuntar el cañón de la pistola hacia él y hacia los agentes que culparon al tío Luis y también hacía los encargados del psiquiátrico donde vive Fernando y me importa dejar el cañón muy cerca de su sien, que no pudieran ver otra cosa que el gatillo bajar lentamente, sin posibilidad de perdón.
Yo lo vi con mi madre, no hubo nunca hippie alguno, él la golpeó hasta matarla. Como Tommy perdí contacto con el mundo. Sólo sobrevivía en mí un solo deseo, tan primitivo que no dejó espacio a la compasión. Murió sin más escandalo el señor Uribarri-Bosch, entre el recuerdo de una madre olvidada y una soledad casi animal.
El quinto final es un producto que aún no se encuentra a la venta debido a la alza de precios en el sector ideas, perdone las molestias.
Chloe.

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